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Mostrando entradas de abril, 2023

Elena. Un hombre juguete sexual mío. Versión Extendida.

Tiempo estimado de lectura:  27 minutos. Teruel. Ciudad. Noche 23 de diciembre del 2022. Víspera de noche buena. En mi teléfono Smartphone, creo que como en el de todos, cuando recibo un mensaje de mi email o de cualquier otro tipo, tengo puesto de melodía un gemido o casi jadeo de una mujer (claro, es solo el email para contactos con mujeres, tengo otro personal para las cosas importante o burocráticas que no hay que mezclar con el placer, jejeje) y siendo las 05:13 de la madrugada, pues digamos que mucha gente hubiera silenciado su teléfono, yo lo tengo en modo avión supersónico, se oye en toda la habitación y creo que en mi casa también. Lo sé por algún vecino que se ha quejado simpáticamente de los sonidos que hay a ciertas horas del día, pero bueno, cada uno duerme o vive como quiere en su hogar, para eso lo tiene. La cuestión es que recibo un mensaje y aunque debería de estar durmiendo, yo no lo hago a esas horas, por tanto, miro y leo textualmente “Hola que tal? Bueno seguro...

Gema. Madrid. Mi marido lo sabe.

Tiempo estimado de lectura: 31 minutos. Viernes 2 diciembre 22. Es un viernes como cualquier otro viernes en la vida de la gente, es decir, para los que no tienen que trabajar ni el sábado ni el domingo (que hay mucha gente que si trabajan dichos días de la semana) en donde se presenta el descanso laboral deseado. También porque la semana que viene tenemos un gran acueducto vacacional, y claro mucha gente incluso que se toman sus previas vacaciones navideñas en este día. En mi caso no, jajaja, además, tenía que trabajar no solo el domingo (que jode mucho, sino los días no festivos de dicha semana) por lo que para mí no era un viernes normal y corriente, sino casi como un martes comúnmente dicho. Teniendo en cuenta que vivo en una ciudad que precisamente no duerme mucho, y alojado en un ático en donde se echa de menos sobre todo por la noche el silencio que puede tener cualquier persona que viva lejos de una ciudad, esa paz que a veces es hasta un lujo, pues me disponía a ver el atardec...

Lourdes. Madrileña.

Tiempo estimado de lectura: 16 minutos. Lunes, 31 de octubre, año 2022. Estoy recogiendo los platos del lavavajillas, aún no existe un aparato que ponga la vajilla en su sitio, los armarios, por tanto, hasta que no la fabriquen y no cueste más que la mitad de la máquina que lava la vajilla diaria, pues hay que hacerlo manualmente. Es lunes, después de un fin de semana (para mí, algo aburrido, aunque para otras personas muy entretenido, tras quedar con unas amistades y estar charlando mientras las esposas nos comían la polla para sacar nuestra leche) pues oí como mi teléfono sonaba con la melodía de un orgasmo de una mujer (es que son tan especial que pongo melodías así cuando recibo mensajes de mi correo electrónico. Otras personas dejan la melodía que viene por defecto). No es que sea de esas personas que van corriendo, aceleradas, digamos que incluso dejan de hacer lo que estén haciendo por ver quien les ha mandado un mensaje, yo soy de las personas que piensan que, si antes de tener...